2 EN ZION NATIONAL PARK



Cuarto día de ruta.  Hoy os llevamos a uno de los sitios que rompen con la estética básica de Arizona y Utah, transportándote a un lugar totalmente diferente. Digno de ser un oasis en el desierto, Zion National Park se encuentra al norte del Gran Cañón del Colorado, y aunque su tamaño pueda parecer pequeño en el mapa comparado con los parques que tiene alrededor, este parque condensa toda su belleza en una combinación de paredes vertiginosas, vegetación abrumadora, y rutas que te dejan helado. De hecho, una de las rutas más famosas de Estados Unidos se encuentra aquí y se llama Angels Landing. ¿Quieres saber más? Pues sigue con nosotros en un día en Zion National Park.


Imagen 1. Zion National Park

Lo dejamos en La Verkin, aquel pueblo de Utah cerca del mencionado parque nacional. Salimos pronto de la casa y en veinte minutos estábamos aparcando. A pesar de ser temprano, las 7:30 más o menos, ya se ve bastante gente. Somos los primeros en coger el autobús que nos lleva a nuestra primera parada dentro del parque nacional (A partir del comienzo de la primavera no se puede meter el coche en el valle, que es donde se concentran todos los lugares míticos de este sitio). Después de una ruta bastante agradable de unos minutos, con el autobús lleno, pasamos por cinco distintas paradas, en las que no se baja nadie. Ya sabemos a lo que vamos todos. En la parada número 6, que es “The Grotto”, se vacía prácticamente el autobús. Esto no  es casualidad, ya que aquí comienza el West Rim Trail, que lleva directo a Angels Landing. Sí, es verdad que no nos gusta ir donde va todo el mundo, pero esta ruta es un “must go” para todos.
Sin más dilación comenzamos nuestra ruta hacia Angels Landing. El paseo al principio es muy agradable. Zion se levanta orgulloso a tu alrededor mientras paseas al lado del río. Al fondo se puede divisar el tramo en zigzag que sube una de las paredes hacia Angels Landing. Para alguien que no está muy entrenado puede causarle sofoco solamente el verlo, pero tranquilos, con paciencia y buena letra se llega arriba fácilmente. Además, siempre puedes hacer varias paradas y disfrutar de las increíbles vistas.


Imagen 2. Vistas del Valle

Imagen 3. Primer tramo de zig-zag de camino a Angel's Landing

Imagen 4. Una parada para oontemplar las vistas...

Cuando llegas a la parte de arriba del primer tramo, un cañón estrecha el camino, y la inmensidad del valle de Zion se pierde para dar paso a un recorrido íntimo con encanto personal. A medida que subes, las ganas por llegar a Angels Landing aumentan. Aunque la ruta está un poco saturada de gente, no es nada comparado con cómo estará dentro de unas horas.  Aun así, el sitio merece la pena de todas formas. Seguimos andando, y en unos minutos, otra subida vuelve a apretar el camino. Una serie de zigzags culminan en el inicio de Angels Landing. Las vistas aquí son impresionantes, y la ruta, saturada de gente, invita a todo el mundo a superar la prueba de subirla. No por el físico que necesitas, que tampoco es tanto, sino más por el vértigo que ocasiona.


Imagen 5. Segundo zig-zag subiendo a Angel's Landing

Imagen 6. Angel's Landing

Al inicio de Angels Landing, nos sentamos a disfrutar de las vistas. Unos minutos después decidimos subir el primer tramo. La subida aquí es muy empinada, y un pequeño traspié puede hacer que te mates, por lo que hay que ir con mucho cuidado. La ruta, por supuesto, no es apta para gente con vértigo, y menos cuando hay tantas personas subiendo y bajando. Mi recomendación es que tengas lo que hay que tener y al menos subas el primer tramo. Si vienes hasta aquí y no lo haces, puede que te arrepientas siempre.


Imagen 7. Vistas desde Angel's Landing


Imagen 8. Volviendo por el cañón

Imagen 9. Vistas del valle desde le primer zig-zag

Cuando volvemos, ya satisfechos por nuestra “hazaña”, deshacemos la ruta para hacer otra. Esta vez nos dirigimos hacia Emerald Pool, que según las descripciones pinta bastante bien, pero que, por primera vez yo creo en este blog, no supera las expectativas, por lo que tampoco nos explayaremos mucho en este tramo. El recorrido es menos intenso que la ruta hacia Angels Landing, aunque el suelo es mucho más pedregoso e irregular, por lo menos desde “The Grotto”. Las piscinas que se forman tampoco eran nada del otro mundo debido a la escasez de agua, por lo que si te puedes ahorrar la ruta mejor, ya que no tiene nada de especial, y Zion tiene otros sitios muchos más alucinantes y bonitos, como el propio Angels Landing, Hidden Canyon o The Narrows, entre otros.


Imagen 10. Yoda, guía nuestro camino

Imagen 11. Emerald Pools Trail


Imagen 12. Almuerzo con estas vistas

Imagen 13 ¿Catarata? No en su mejor momento

Después de nuestra decepción, llegamos a la zona donde se encuentra el hotel dentro de Zion y donde hay una gran explanada de césped donde poder relajarse. Después de unas cuantas horas de pateo, nos tumbamos tranquilamente y nos preparamos para nuestra próxima ruta, “The Narrows”. Para ir hasta allí, tenemos que coger el autobús, ya que se encuentra casi al final del valle. Unos minutos después comenzamos la ruta hacia otra de las joyas que esconde este parque. La ruta llamada Riverside Walk es fácil y a lo largo del río, por lo que es bastante agradable. En una hora aproximadamente, te encuentras en “The Narrows”. ¿Qué es este sitio? Bueno, para ser precisos, no es un sitio, sino que más bien es una ruta. Y lo mágico que tiene esta ruta es que se hace a lo largo del río. Pero no a un lado no, sino en el propio río. El río, en esta parte, se desliza entre las paredes de un estrecho cañón vertical, que hace la ruta muy impresionante. Nosotros no pudimos hacerla, porque no llevamos el material adecuado, además de que no disponíamos de tiempo, pero si vienes hasta aquí, hazla sin dudarlo.


Imagen 14. Riverside Walk


Imagen 15. Comienzo de "The Narrows" Trail


Con un sabor agridulce en la boca por no poder haber hecho esta magnífica ruta, ponemos rumbo de vuelta hacia el coche, ya que es tarde y ha sido un largo día. El autobús para en todos lados, aunque no hay ni un sitio para una persona más.
Después de una media hora, llegamos al coche y ponemos rumbo de nuevo hacia La Verkin, pueblo en el cual pasaremos nuestra última noche del viaje. Hambrientos, repetimos cena en el sitio del día anterior, el “Stage Coach Grille”, y otra vez la cena vuelve a estar deliciosa. Así acabamos la noche, llenos de buenas sensaciones por lo que nos ha dejado este maravilloso viaje. Aunque tranquilos, todavía nos queda un día más. ¿Queréis saber lo que pasa? Pues no dejéis de mirar las actualizaciones de nuestras redes sociales. ¡Adios amigos!



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