VIVIR EN SEATTLE (PARTE I)

Hemos hablado de su gastronomía y también hemos hablado de sus playas. Como zona turística Seattle es una gran ciudad, aunque a los europeos les pille un poco lejos. Pero, ¿Cómo es el día a día en Seattle? ¿Cómo es vivir en una ciudad ubicada en la esquina oeste de Estados Unidos, haciendo frontera con Canadá, y rozando Alaska con la punta de los dedos? Sigue leyendo para descubrirlo.

Para engancharte desde el principio, te diremos que, Seattle es una de las ciudades con mejor calidad de vida de todo Estados Unidos, dónde los sueldos son bastante altos, y la gente bastante amable y educada. Cuando paseas por Seattle puedes notar el ambiente eco y pet-friendly que hay por todos lados, ya que los Teslas desfilan uno tras otro entre sus calles, y prácticamente todo el mundo tiene una mascota, en especial, como siempre, perros.

Imagen 1. Esfera de Amazon

Al lado de Seattle se fundó la que quizá sea, la compañía tecnológica más mítica, que es Microsoft. De hecho, Bill Gates vive en Bellevue, que es una ciudad ubicada al este de Seattle. Pero no solo Microsoft y su gente tienen su hogar aquí. Boeing también fue fundada aquí, por lo que también puede ser un paraíso para los ingenieros aeronáuticos. Tranquilos, si buscáis algo más alternativo siempre podéis echar currículum en SpaceX. ¿Qué sois fans de Jeff Bezos? Aquí Amazon ubica uno de sus mayores headquarters de todo el mundo, así que también sois bienvenidos. También tenéis oficinas de Facebook, Google, Tesla, o el instituto Allen de biociencia. Sí, esto es básicamente el paraíso para los ingenieros, donde los sueldos son, como ya he dicho, increíblemente altos.

Recapitulemos. Seattle entonces es eco-friendly, pet-friendly y engineer-friendly. Tiene una gastronomía bastante variada y unas playas donde poder tomar el sol cuando llega el buen tiempo. ¿Esta ciudad tiene algo malo? Pues sí, como todo, no podía ser perfecto. Aquí es donde reside el equilibrio.

Seattle es una ciudad en la que llueve. Nosotros tampoco es que llevemos mucho tiempo, pero ha sido el suficiente como para darnos cuenta del nivel que posee. Como ya dijimos en otro post, Seattle está abierta al pacífico y pegada a Canadá, por lo que es algo lógico que aquí caigan precipitaciones. El récord que hemos tenido nosotros aquí ha sido de unas tres semanas lloviendo prácticamente sin cesar. Y esto puede ser un estorbo a la hora de moverte de un lado para otro. Incluso si tienes coche.

Imagen 2.- Atascos en Seattle

Si trabajas fuera de Seattle y tienes que ir en coche, puede que te tengas que tragar alguno de sus mega-atascos. Ríete tú de lo que se forma en Madrid. Aquí todo el mundo usa su propio coche, y es que encima, no lo comparten. Algún día nos hemos tenido que comer kilómetros y kilómetros de caravana. Y es que para más INRI, aquí hay tramos en los que las autopistas tienen hasta 8 carriles, por lo que en muchos puntos sólo ves una masa ingente de aluminio coloreado a tu alrededor. Por suerte nosotros trabajamos en el centro (Y vivimos en el centro).

Otra cosa que tiene Seattle es que el precio de la vivienda está por las nubes. Si quieres vivir en algo decente en el centro, ya puedes ir preparando la chequera todos los meses, ya que los 1600 dólares de alquiler no te lo quita nadie (Estoy hablando de apartamentos con una habitación). Aunque bueno, esto tampoco es un gran problema si te tiene contratado alguna de las grandes.

Sí, Seattle tiene cosas buenas, y como hemos visto, también tiene cosas malas. Nos quedan muchas cosas en la recámara, pero eso lo contaremos en posts más adelante.

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