2 EN ANTELOPE CANYON



El día anterior había sido cautivador. El bosque nacional de Sedona y el gran cañón del Colorado sólo habían sido una parte de lo que aún nos quedaba por explorar.
La noche la habíamos pasado en Page. Nos levantamos temprano y desayunamos fuerte para ponernos camino de nuestra siguiente parada: Horseshoe bend. Para el que no lo sepa, Horseshoe bend es un meandro que forma el río Colorado en una zona accesible de Page. A primera hora había bastante aparcamiento, por lo que no es un problema. Para contemplar la vista, sólo hay que andar poco menos de una milla. Según vas bajando al meandro, puedes contemplar las impresionantes vistas que el paisaje te deja, dónde la perspectiva se confunde y mezcla con los colores tierra. A pesar de ser primera hora de la mañana, ya hay bastante gente y es difícil tomar una foto decente, aunque al final conseguimos hacer algunas capturas como éstas:


Imagen 1. Horseshoe Bend


Imagen 2. Camino al Horseshoe Bend

La mayoría de la gente viene hasta aquí como quien va a misa, por lo que sólo unos pocos se ponen a explorar distintos puntos de vista. Nuestra recomendación es que vayas cómodo y te des una vuelta más allá de donde la masa social se concentra.


Imagen 3. Explorando por el Horseshoe Bens

Poco más de una hora después de llegar al Horseshoe nos dimos la vuelta, ya con casi 30 grados de calor a finales de Marzo. Nuestra siguiente parada bajo el sol del desierto era una de las maravillas más impresionantes que la caótica física geológica ha dejado en su paso por el planeta azul. Estamos hablando del Cañón del Antílope.

Al principio yo (Juancar) no estaba muy convencido de la amortización que podríamos sacar al alto precio pagado por la entrada. Sí, hay que pagar unos 50 dólares por persona para acceder. ¿Por qué? ¿No vale con el carnet de parques nacionales? La respuesta es no, y la explicación es sencilla. Este sitio se encuentra en la reserva india de los Navajos, por lo que el cañón no pertenece al estado, sino a la comunidad indígena de esta zona.

Por 50 dólares, sin embargo, tienes acceso, como ya dije, a un sitio que te deja con la boca abierta en todo su trayecto. Además, te ponen un guía, que en nuestro caso fue muy bueno, dando explicaciones sobre cómo se creó aquel lugar, y te enseñaba trucos de cómo tirar mejor las fotos, así como te hacía de fotógrafo donde tú quisieras. El sitio nos dejó algunas fotos como éstas:


Imagen 4. Sunset en el Cañón del Antílope
Imagen 5. Olas en el Cañón del Antílope

Imagen 6. 2 en el Cañón del Antílope

Antes de entrar al cañón, un indio talentoso con los aros, pero no mucho con el ritmo, te ofrece un espectáculo del que puedes disfrutar durante unos 15 minutos. En posts posteriores, daremos más detalles sobre dónde comprar las entradas, qué hacer cuando llegas allí, y muchas más recomendaciones. Ahora, sigamos con el viaje.
Todo estaba saliendo perfecto. Nuestra segunda mañana había vuelto a superar las expectativas, y hambrientos nos dirigimos al Big John´s Texas BBQ, un sitio donde ofrecen genuina carne a la barbacoa para chuparse los dedos. El lugar es sencillo, barato y familiar; y además nos ofrecieron una de las mejores costillas de cerdo que nos hemos llevado a la boca. Si venís a Page, apuntaros el sitio.
Con el estómago lleno ya era hora de dirigirnos a dónde pasaríamos la noche, en Tropic, en el parque nacional de Escalante. Nos separaban del lugar unas dos horas en coche, y la ruta escénica duró todo el trayecto, empezando por las vistas al Lago Powell. Dejamos atrás el profundo desierto para adentrarnos en otro oasis que aquí forman el parque nacional de Zion y el bosque nacional de Dixie. Por el camino, nos paramos a ver los primeros hoodoos (formaciones geológicas en forma de columna que se ensanchan hacia arriba) con los que nos cruzamos. Después de aparcar el coche y recorrer cerca de una milla, nos encontramos con esto:


Imagen 7. Camino a The Toadstools-Off Road


Imagen 8. The Toadstools-Off Road


La verdad que, a nuestro parecer, no nos mereció la pena la caminata, y menos aún, sabiendo lo que nos esperaba al día siguiente en el parque nacional del cañón Bryce, donde el protagonista principal son este tipo de formaciones y se cuentan por millares. Pero esto lo contaremos en el siguiente post.
Después de la indiferencia que nos dejó este sitio, seguimos nuestro camino hasta llegar a Tropic, que se encuentra en el bosque nacional de Dixie. Este bosque se caracteriza por su increíble color naranja, que se mezcla con el verde para crear un paisaje con mucha personalidad.

Al llegar a Tropic, hicimos el check-in, y el conserje, muy amable, nos dio una serie de recomendaciones sobre dónde comprar y cenar. De hecho, esto fue lo primero que hicimos después de dejar nuestras cosas en la habitación. Para nuestra sorpresa, aunque era el único sitio que estaba abierto tanto como para comprar como para cenar en mitad del bosque nacional, todo estaba barato. Nos hicimos con los suministros para el día siguiente, y engullimos una generosa cena que nos repondría de las energías perdidas durante el día.
Así acabamos otro magnífico día, que nos daba paso a otra jornada de viaje. Si queréis saber cómo continua, tendréis que esperar al siguiente post. Esperamos que os haya gustado.

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2 en USA

@2enusa

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