VOLCÁN RAINIER


En el post de hoy os traemos  un sitio muy especial. Como ya sabéis o habéis podido deducir, los parques nacionales estadounidenses son bastantes impresionantes. Pues bien, eso es lo que os traemos, un parque nacional más que hemos podido disfrutar, y que espero vosotros, algún día, tengáis la suerte de hacer lo mismo.


Para empezar, el monte Rainier no es un monte cualquiera. En el interior de esta espectacular montaña se cuece algo. Y es que, el Rainier es uno de los denominados “volcanes de la década”, que son los volcanes que, por su cercanía a zonas habitadas, podrían causar grandes desastres en el caso de que erupcionaran. Emocionante, ¿verdad? Pues bien, este volcán mide la friolera de más de  4000 metros, y es tan inmensamente grande que él solito se ha ganado que pongan su nombre al parque nacional al que pertenece. Para que os hagáis una idea, la montaña más alta de España es el Teide, que mide poco más de 3700 metros.


Seguramente la mayoría de vosotros nunca haya oído hablar del volcán. Tranquilos, yo tampoco hasta que llegué a Seattle. Lo más gracioso es que antes de que cualquiera os cuente que existe este parque nacional, tú preguntarás: ¿Y esa montaña? Y es que, el Rainier es dominante background de la ciudad de Seattle. Si alguna vez venís aquí, o si buscáis fotos de Seattle, veréis que el volcán asoma increíble en el horizonte. Si no os lo creéis aquí tenéis una foto:

Imagen 1. Vista del Monte Rainier desde Seattle


Pues bien, ahora que ya estáis en contexto, y tenemos la referencia con nuestro punto de partida, os contamos cómo fue el día.

Nos montamos en el coche temprano y nos encaminamos hacia las dos horas y media que hay entre Seattle y el parque nacional. El viaje transcurrió normal, sin nada transcendental. Cuando vas a entrar al parque, una ligera cola de coches espera a pagar la entrada. Aquí fue donde compramos el abono anual de parques nacionales, del que hablaremos en post posteriores. Después de pagar el abono, pudimos entrar al parque y recorrer las carreteras que rodean la montaña, hasta que llegamos al centro de visitantes. Aquí te das cuenta de que, como siempre, cualquier distancia merece la pena para ver este tipo de maravillas. Antes de empezar la ruta nos hicimos la típica foto a los pies del Rainier:

Imagen 2. Inicio de trail


Desde el centro de visitantes salen distintas rutas para poder disfrutar de las vistas. Nosotros cogimos una de las más sencillas, ya que cuando vas con mucha gente te tienes que adaptar. Pero aun así fue bastante impresionante. Según vas recorriendo las millas, te das cuenta de que la magnitud del Rainier engaña. Es mucho más grande de lo que te imaginas.

Imagen 3. Cima del trail



 

Imagen 4. Uno de los muchos Glaciares del Rainier



Mientras vas subiendo puedes contemplar los glaciares que se forman, pues aunque fuimos en verano, la cima está llena de una nieve que parece que sea eterna, y esté acoplada a la roca para siempre. Ver como entra en erupción tiene que ser bastante impresionante. Al menos mueres con un bonito espectáculo, xD. Dejando bromas aparte, para quien le guste la montaña, seguro que se queda con el mismo sabor en la boca que me fui yo, si ves lo fácil que es la accesibilidad para subir al pico, y no lo puedes hacer. Es una tarea que tenemos pendiente. Mi consejo es, id preparados y subid hasta arriba.


Imagen 5. Descenso

Aun así, el que no sea un apasionado de la montaña, lo disfrutará igualmente, ya sea por el eterno verdor que rodea al Rainier, como por los magníficos “balcones” que te encuentras por la ruta, con magníficas vistas, o por lo inspirador que es el propio volcán, tan solitario y tan blanco y con esa sensación apacible, esperando el momento de desatar su ira. Es un Mister Hyde de 4000 metros.
Una vez que has llegado al punto más alto de la ruta, toca bajar dando la espalda al Rainier. Y cuando llegas abajo y te das la vuelta para observarle una vez más, te recompensa con una bonita vista.



Por supuesto, el parque nacional te ofrece mucho más de lo poco que has podido ver aquí. Ojalá tuviera todo el tiempo del mundo para disfrutar de arriba hacia abajo de todos los espectáculos que nos ofrece la naturaleza. Quizás, algún día. Aun así, esto supone una experiencia más en nuestro viaje, y otro parque nacional más visitado, y con este ya van 4 (sin contar los estatales)


Imagen 6. Final del Trail




Esperamos que os haya gustado. 

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2 en USA

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